Tuve que pisar urgencias un par de veces más antes de que transcurrieran las dos semanas para "sentirme mejor".
La última vez que acudí me recetaron unas nuevas pastillas para dormir más fuertes, y la doctora me dijo que no me preocupara, que me podía tomar dos o tres y que si no había otras mas fuertes y le faltó decirme que sino siempre me pueden inducir al coma para descansar. (¿¿¿traquiliza a alguien pensar que siempre te puedes tomar una dosis ingente de pastillas para coger el sueño???
Cuando llegaba por las mañanas al trabajo estaba retarder total, ganas tenía de tumbarme en el regazo del paciente, en lugar de hacerle la limpieza. (¿os imaginais que cara pondría el paciente?)
Tengo que decir fuera de bromas, que en mi trabajo hubo sobre todo un par de personas que se portaron conmigo como familia, y yo me considero loquer, despistadilla y cotilla, pero también soy agradecida, y esas cosas no se me olvidan.
Pasaron las dos semanas con el nuevo miedo a no poder dormir sin ellas, a terminar haciendo un cóctel de somniferos como en "mujeres al borde de un ataque de nervios".
Aqui viene la parte en la que decido ir a un psicólogo y la experiencia que yo tengo no fué muy buena.
Yo iba, le contaba mi vida, me hacia unos test que podían ser los de la superpop, y cuando cobraba los 50 eurazos sonaba "cllin, clin" (puede que fuese mi imaginación), y hasta la próxima chata.
Asi que deje de ir, lo mio no se cura hablando. Se cura escribiendo, me dijo mi verdadero psicólogo, mi amigo Nene. Por cierto su nombre es Alex García Hernández y tiene servicio de coaching y Psicología, es un crack. 625402220.
Ha pasado el tiempo y yo sigo con lo mio, dejé el insomnio atrás pero no he vuelto a dormir a pierna suelta, me cuesta más, me despierto mucho... pero ya no me aterroriza ni me preocupa, lo parcheo con buenos chutes de cafe.
Si a alguno de los que me leeis, os ocurre alguna vez lo mismo, no se os ocurra hacer como yo, no obsesionarse, nadie la palma por no dormir unos días, pasará. Si no todos seriamos huérfanos desde bebes, ¿no?.
Termino este capítulo con un consejo: No cuentes ovejas, las muy putas no se terminan, yo llegué a contar hasta 800 (literal).
Dulces sueños!
Que pena no seguir por esos lares y haber acudido a la cena.
ResponderEliminarPor otro lado hubiese aprovechado a hipnotizarte y darte pautas de técnicas de relajación. A ver si algún día que vaya coincidimos y nos ponemos a ello. Besos y dulces sueños